Estacionamiento medido: está casi todo listo pero aún no hay fecha para el inicio del cobro

Aunque el avance de los trabajos de delimitación de la zona se volvió notable en las últimas horas, el subsecretario de Tránsito y Transporte del Municipio de Resistencia, Darío Sardi, confirmó ayer que, por el momento, "no hay fecha estipulada" para el inicio del período de prueba con el que iniciará el renovado sistema de estacionamiento medido en la capital provincial.

Se espera que el próximo mes entre en funcionamiento el nuevo Sistema Inteligente de Estacionamiento Medido (Sidem). "Concluimos las tareas relativas a la demarcación de la zona 1, en el microcentro de la ciudad, y ahora nos queda otras 3 que corresponden a distintos sectores del macro centro", explicó Sardi.

En el macrocentro, los boxes se ubicarán a derecha e izquierda, salvo en ocho calles (las que nacen en la plaza 25 de Mayo: Güemes, Frondizi, Juan B. Justo, Julio A. Roca, Mitre, Santa María de Oro, Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear) que serán consideradas como corredores de ingreso y egreso.

En el microcentro solo se podrá estacionar a la derecha, con excepciones en las cuadras ubicadas en Frondizi del 100 al 200 y Santa María de Oro del 100 al 300, ya que cuentan con un ancho de calzada mayor.

VALORES Y FORMAS DE PAGO
Los valores iniciales serían de $700 en la zona alrededor de la plaza 25 de Mayo; $500 en la zona desde la plaza central hasta las avenidas Belgrano-Wilde, San Martín-Italia, Rivadavia-Paraguay, Moreno-Rodríguez Peña hasta la altura del 500 (microcentro); y $400 hasta el siguiente cinturón de avenidas (macrocentro).

Las tarifas se deberán abonar si se estaciona en esos sectores de lunes a viernes de 8 a 13 y de 16 a 20, o los sábados por la mañana.

Se espera que la forma de pago más utilizada sea una nueva aplicación para teléfonos celulares, que estará disponible para ser descargada una vez que concluya la señalización.

Además de esta modalidad, se podrá pagar en quioscos habilitados para la operatoria, pero no van a continuar los vendedores callejeros del crédito ni los tótems en los cuales se podía recargar